jueves, 26 de agosto de 2010

LA CIUDAD: ARTE, ESPACIO, TIEMPO

Creo que a nosotros las personas que hacemos parte de la ciudad nos falta tener conciencia de lo importante que es esta, nos estamos olvidando de los espacios públicos, donde hacemos amigos y nos integramos con personas de todas las razas, culturas, ideologias y religiones, que son lugares culturales y sociales donde las familias se pueden unir, divertir y esparcir. La monotonia y el afán de nuestras actividades y compromisos diarios no nos dejan disfrutar de los espacios de la ciudad que nos rodean, como los museos, los sitios turisticos, sitios de interes, la arquitectura que enmarca la ciudad, que la hace única, el diseño y los colores que viste cada parque, cada plazoleta, cada fachada de cada casa, de cada negocio, de cada edificio, pero si queremos eso puede cambiar y valoraremos más la ciudad en la que vivimos.

"La ciudad es, sobre todo, ciudadanía. Con su gente, instituciones, monumentos, su cultura y su arquitectura, su espacio público y con la fisonomia que ha ido adquiriendo y contruyendo en el tiempo, es la gran propuesta civilizadora de la humanidad".`Queria terminar con esta frase del documento pues me llamó mucho la atención ya que para mi juicio encierra todo lo que es la ciudad.



miércoles, 25 de agosto de 2010

CORTOMETRAJE SOBRE UN HIKIKOMORI

En la clase de Arte y Ciudad nos vimos un cortometraje, creo que se llamaba Tokio

Trataba sobre un Hikikomori que habia estado en ese estado en los ultimos 11 años de su vida, no salia de su casa, no tenia contacto visual con nadie, vivia solo y su padre le mandaba el dinero para sus gastos, pedia todos los sabados pizza pero no tenia contacto visual con la repartidora y coleccionaba todas las cajas de la pizza y las ordenaba por pilas además coleccionaba los cartones del papel higienico y se marcaba la palma de la mano con el car`´on dejando un ciculo en ella.
A lo largo de los 11 años todo pasaba así de monótono hasta que un día en el que pidio pizza le estaba pagando a la repartidora haste que vió algo que le llamó la atención en la pierna de ella creo que era una especie de ligero o algo así, inmediatamente levanto la mirada y la miró a la cara, en ese momento ocurrió un temblor y la repartidora que no era más que una jovencita se desmayó, él no sabia que hacer no sabia como ayudarla pues el no se atrevía a tocarla, haste que vió en uno de sus brazos un botón pintado y se colocó en la tarea de buscar en libros el significado de los botones, después de un rato al parecer encontró la solución pues dejo de leer y se acercó a la jovén y sopló su falda suavemente y dejó al descubierto un botón en su pierna el timidamente lo apretó y ella volvio a recobrar el sentido y se fué.
Pero él quedó pensativo y a los dos días pidió de nuevo pizza para ver a la joven pero para su sorpresa el que llevó la pizza era un hombre, él desconcertado preguntó por la joven y el repartidor le dijo que ella había renunciado el día anterior y le dijo en donde vivia; él de inmediato se preparo para salir a buscarla, pero no había salido en 11 años y se detubo un instante en la puerta pensando si salir o no, hasta que se decidió y se sorprendió al ver que la calle estaba sola, caminó y caminó buscando la dirección, todo estaba muy cambiado, pero hasta que de ver por las ventanas de las casas vió la joven que estaba buscando, y empezó a gritarle que saliera de ahí que si no lo hacia en ese momento no lo hiba a hacer nunca, ella se había convertido en una Hikikomori, en ese momento ocurrió un nuevo temblor y todas las personas que vivian en esa calle salieron de sus casas incluso la joven, el temblor pasó y la joven se hiba a volver a entrar a su casa pero él no la hiba a dejar entrar y en el forcejeo él le apretó uno de sus botones, nada mas y nada menos uno que decia LOVE....

MY OPINIÓN:

Para mi fué un cortometraje muy entretenido captaba mi atención de inmediato, pues cada vez me daba más curiosidad por lo que iba a pasar pues era algo diferente a lo que estaba acostumbrada a ver, además era practicamente un monólogo pero no fue aburrido, además aprendí sobre los Hikikomoris que era algo que no sabía.
Lo que más me llamó la atención eran los botones de la joven, eso no lo entendí muy bien pero era algo curioso, y me gustó mucho el final pues fue muy tierno y romantico y me identifico mucho con eso.

HIKIKOMORI Nuevos Modelos Culturales del siglo xx



Los adolescentes en las ciudades de Japón se están transformando en modernos eremitas —no salen nunca de su habitación—. La presión escolar y la incapacidad de hablar con sus familiares aparecen como las causas de este fenómeno (BBC, The Hikikomori). The hikikomori (j. Rees, 2002) es un documental producido por uno de los mejores periodistas de la BBC. Retrata un fenómeno emergente en algunos países altamente desarrollados: un porcentaje significativo de jóvenes dan la espalda a la vida real y se encierran en la relativa seguridad de su habitación.

En Japón este fenómeno se ha bautizado con el nombre de Hikikomori. El término significa “encerrarse, confinarse en uno mismo” y se utiliza para referirse a chicos y chicas en tomo a los 20 años que optan por no salir de su propia casa y a veces de su propia habitación (algunos psicólogos hablan de una auténtica epidemia, que afectaría al 10 % de la población de esas edades y al 1 % del total de la población japonesa).

La mayoría de estos jóvenes son muchachos que después de acabar sus estudios no quieren enfrentarse al duro y competitivo mercado laboral y se encierran para aislarse del mundo (aunque pueden conectarse a Internet de manera indefinida)..

Los hikikomori son adolescentes y adultos jóvenes que se ven abrumados por la sociedad japonesa y se sienten incapaces de cumplir los roles sociales que se esperan de ellos, reaccionando con un aislamiento social. Los hikikomori a menudo rehúsan abandonar la casa de sus padres y puede que se encierren en una habitación durante meses o incluso años. La mayoría de ellos son varones, y muchos son también primogénitos.

Esta reclusión puede durar unas pocas semanas o meses, pero en algunos casos se alarga durante años. En un estudio elaborado por el gobierno japonés en 2002 sobre 3.300 antiguos Hikikomori, un 17 % no eran capaces de salir de casa, y un 10 % ni siquiera podía salir de su propia habitación. El fenómeno había empezado a detectarse a fines de los años noventa, aunque salió a la luz pública y aumentó a partir del año 2000.

Los hikikomori se refugian en su mundo infantil, virtual, que alimenta Internet, basado en videojuegos, mangas, DVDs, canales por satélite, juegos de rol, etc. Todo lo hacen sin salir de casa, alterando los ritmos diarios (duermen de día, comen por la tarde y se pasan la noche conectados a la red, jugando con videojuegos y viendo la televisión). Su sexualidad se limita a fantasear con heroínas virtuales, estrellas pomo o cantantes de moda. Algunos atemorizan a sus padres y tienen comportamientos agresivos, otros caen en depresiones, pero pocos sucumben al suicidio, pues son arrastrados por una cibercultura muy activa.

Las cifras son para preocuparse ya que 1 de cada 10 adolescentes japoneses sufren hikikomori y este fenómeno se produce casi exclusivamente en Japón. Parece fácil sacar conclusiones al referirse a un sólo país, como que es una cultura opresiva con los menores, donde es mejor encerrarse que suspender un examen, es una sociedad muy centrada en los videojuegos y la tecnología pasando por alto las necesarias relaciones humanas, parece que estos chicos no están preparados para relacionarse o para solucionar un problema y que todo esto lleva a estos niños a buscar refugio en su habitación.

Todos ellos tienen en común un rechazo a la escuela, al trabajo y en general a la asunción de responsabilidades. Se trata de una pasión por la cultura digital llevada al extremo, unida a un miedo por enfrentarse a una vida profesional basada en la competencia. Es un intento de “parar el tiempo” y “limitar el espacio”, de crear un espacio/tiempo ficticio (una especie de holosección, nombre que en Star Trek recibía la sala de la nave espacial donde se podía participar en juegos de realidad virtual). Los padres a menudo aceptan el fenómeno como algo inevitable. No hacen nada para impedir que sus hijos se encierren y como no tienen problemas económicos les mantienen indefinidamente (la mitad de jóvenes entre 20 y 34 años viven en la casa familiar).

El tener un hikikomori en la familia normalmente es considerado un problema interno de esta, y muchos padres esperan mucho tiempo antes de buscar una terapia psicológica. Además, en Japón la educación del niño corre a cargo de la madre, por tradición, y puede que el padre deje todo el problema del hikikomori a la madre, la cual se siente sobreprotectora con su hijo. En un principio, la mayoría de los padres se limitan a esperar que el niño supere sus problemas y regrese a la sociedad por su propia voluntad.

Tampoco les gusta reconocer el problema, pues sería motivo de descrédito en una sociedad que valora por encima de todo el trabajo y el éxito. Por otra parte, el sistema social japonés favorece esta opción: el sistema educativo es muy rígido, el mercado laboral extremamente competitivo, en las ciudades hay pocos espacios libres, y la sociedad valora por encima de todo el desarrollo tecnológico, pues incluso la diversión en grupo es virtual (como sucede con el karaoke).